El desarrollo urbanístico se refiere al proceso de planificación, diseño y construcción de áreas urbanas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los residentes y promover un desarrollo sostenible. Consiste en la organización y distribución de los espacios urbanos, incluyendo la ubicación de edificios, infraestructuras, áreas verdes y servicios públicos.
Un desarrollo urbanístico adecuado tiene en cuenta diversos factores, como la densidad de población, la movilidad, la accesibilidad, la infraestructura de transporte, el suministro de agua y energía, y la preservación del medio ambiente. También se busca fomentar la diversidad y la inclusión, creando espacios que sean accesibles para personas de diferentes edades, capacidades y orígenes.
Para llevar a cabo un desarrollo urbanístico, se suelen realizar estudios de viabilidad, análisis de necesidades, consultas públicas y planificación a largo plazo. Además, se consideran aspectos como la zonificación, los usos del suelo, la estética urbana y la integración de áreas residenciales, comerciales, industriales y recreativas.
El desarrollo urbanístico también puede abordar problemas existentes en áreas urbanas, como la revitalización de zonas degradadas, la rehabilitación de viviendas antiguas, la mejora de la infraestructura urbana y la creación de espacios públicos de calidad.
Es importante destacar que el desarrollo urbanístico debe tener en cuenta la participación activa de la comunidad local, promoviendo la colaboración entre los residentes, los planificadores urbanos y los organismos gubernamentales. Esto asegura que se tomen en cuenta las necesidades y preferencias de la comunidad, y que el desarrollo sea beneficioso y sostenible a largo plazo.